Toma esta
semilla. Plántala en una olla que se haya usado sólo para hacer café. Riégala
un poco los martes y los viernes cuando esté por dar la medianoche. Crecerá una
planta con flores negras. Córtalas con un cuchillo de hombre y muélelas en un
molcajete nuevo. Te quedará una pastita como sangre coagulada. Ésta la vas a
echar en un cuarto de mezcal y la vas a dejar ahí 28 días. Al cabo de éstos
tendrás un perfume. Rocías unas gotitas en las sábanas de tu cama cada vez que
lleves una mujer. Si es el amor que te toca, vas a ver que la cama sale volando
por la ventana y se va a playa y en la playa se convierte en una barca y se
pierde en el mar. Nunca se volverá a saber de ustedes, pero para qué quieren
regresar a la tierra si ya encontraron el amor. Ahora que, si no es la mujer
que te toca, la cama se convertirá en una yegua bronca, saltará por la ventana
y se los llevará a correr toda la noche. Cuando despiertes en la mañana, ya no
te importará nada. Dirás que para qué quieres encontrar a la mujer que te toca
si con la que no te toca es tan grande el placer.
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